viernes, junio 02, 2006

A usted Don...

No voy a negar que disfruto conversando con usted, pues tiene la virtud de ser buen conversador, al igual que no negaré que es agradable estar en su compañía, y que me gustaría seguir disfrutando de ella, mas no con las mismas pretenciones que usted tiene.

Lamento no poder corresponderle de igual manera en lo que siente por mi, aunque a veces quisiera, pues he de reconocer que el trato que me brinda es el de una reina...
pero no sería justo ni para usted, ni para mi, ya que mi corazón ha decidido por mi cabeza y me tiene dando vueltas, cazando ilusiones perdidas, presa de una pasión incierta...

Me acusa de tener miedo, de no querer afrontar ciertas situaciones... mas vuelvo y le repito, no es miedo, y quizás sea que en estos menesteres sea algo inocente, pero las razones no le puedo dar, no se lo puedo explicar, o indíqueme como le explico que esa misma situación que usted está viviendo me está sucediendo.

Quisiera seguir disfrutando de su amistad y al igual que de sus charlas, mas por que sé como se siente que te brinden amistad, cuando se desea algo más, entendería si no la acepta...

Una vez me dijo que desearía que el tiempo pasara rápidamente, para así no tener que seguir viéndome...le entiendo, pues esa tambien es mi petición...que el tiempo vuele...y acabar con la impotencia y la agonía que vivo a diario...

Le entiendo más de lo que quizás comprendería...sé que se siente atraido por mi, muchas veces me lo ha dicho, solo espero que usted me comprenda a mi...pues tampoco pienso aprovecharme de ello.

Tenga siempre presente que le aprecio mucho...puede contar con ello...

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