
Por que eres mi enfermedad, haces que no piense con claridad, eres la causa de que mi mundo no tenga balance y que de mi la tranquilidad se aparte. Infectada de ti, ya que por mis venas corre tu esencia, que me envenena, me condena, me hace prisionera, y no me da tregua.
Enferma a voluntad, pues el antídoto no quiero buscar, y es que tu virus no quiero curar, eres el mal que no se quiere enfrentar.
Eres el fuego que no quiere apagarse, eres la ansiedad que no quiere saciarse, y siento como cada poro de mi piel con tu presencia empieza a colmarse.
Infectada, pues los síntomas son notables, y solo basta con mirarme para saber que aún agonizante a ti mi vida voy entregarte.
Infectada de ti, del calor de tu cuerpo, del placer de tus besos, de tu manera de mirar, de tu entrega al amar.
Y aunque parezca desconcertante y un poco abrumador, sé que este virus que me calcina y que mi existencia domina, hace que vuelva a la vida cuando de tu ser más llena estoy...
2 comentarios:
Espero que esa infección sea contagiosa!
Si, lo es...
Publicar un comentario