
A menudo nos ocultamos tras murallas de piedras, tratando de esconder, de apartar del mundo eso que consideramos muy nuestro...
Mas sin embargo, llega alguien que nos sacude y hace que esas murallas caigan, se desplomen, convirtiendolas tan solo en ruinas...
Tratamos a menudo de esconder de los demás, esos secretos por los cuales nos podrían juzgar.Esos misterios...o tal vez esos anhelos que no serían comprendidos...por los cuales seríamos mal entendidos...
Disfrazamos, jugamos a ser imponentes, a no amedrentarnos y aparentar...sin llegar a importar que por dentro el corazón no arde, que no es mas que una llama calcinante...que te devora, que te colma.
Pretendemos tapar el sol con un dedo, creando un mundo de puras apariencias, y muchas veces engañando a la persona que llevamos tomada del brazo...sin confesar, tan solo por aparentar estabilidad...queriendo gritar, que en realidad queremos escapar...
A menudo, nos conformamos, nos dejamos llevar, tan solo por que la situación no debe cambiar...por el miedo al que dirán, sacrificando nuestra propia felicidad.